domingo, agosto 19, 2007

VIAJA CON HENRY A SAN PETERSBURGO (RUSIA)

San Petersburgo - Rusia, 19/08/07 – 23/08/07

San Petersburgo es la segunda ciudad en importancia de Rusia, con 4.039.751 habitantes (1 de enero de 2005) y un área metropolitana de 5,85 millones. Está enclavada en la Región de Leningrado, nombre que compartía con la ciudad durante la época soviética. Tiene acceso al Mar Báltico por la desembocadura del río Neva y es el único puerto de Rusia en el Báltico además del enclave de Kaliningrado. Es un centro industrial (industria química, textil y construcciones mecánicas).
El nombre San Petersburgo es de origen holandés y significa "castillo (fortaleza) de San Pedro". Pedro el Grande la nombró así en honor a su santo patrono, San Pedro.
La ciudad cambió de nombre varias veces: Se llamó Petrogrado, que significa ciudad de Pedro, entre 1914 y 1924, y Leningrado (en honor a Lenin) entre 1924 y 1991; y nuevamente San Petersburgo después de un plebiscito. Coloquialmente los peterburgueses y rusos en general llaman a esta metrópolis Peterburg o de manera aún más familiar Píter.
Fue fundada por Pedro el Grande en 1703 con el propósito de deslocalizar la capital, y de hecho fue capital de Rusia de 1712 a 1918. Por ello y por su ubicación geográfica se le dio el sobrenombre de "La ventana a Europa". La ciudad fue el escenario principal de las revoluciones de 1905 y de 1917 (la revolución bolchevique).
En la arquitectura, se nota la influencia italiana en el siglo XVIII, y en menor medida la francesa. Las celebraciones del tricentenario de la ciudad, en 2003, coincidieron con una cumbre del G8.
Esta ciudad cuenta con innumerables muestras de arquitectura barroca y neoclásica, numerosos templos que, aunque en la era soviética fueron empleados como almacenes, se conservan fantásticamente, por ejemplo, la catedral de San Isaac famosa por su cúpula dorada, que se encuentra entre edificios señoriales sobre el Nevá.
Luego de que la ciudad fuera fundada, en 1725 ya contaba con 75.000 habitantes y en 1750 ya era la ciudad más poblada del Imperio Ruso con 150.000 habitantes, superando a la vieja capital, Moscú. En 1800 contaba con 300.000 habitantes y el desarrollo continuó siendo vertiginoso durante todo el siglo XIX y principios del XX (485.000 en 1852, 842.900 en 1873, 1.439.400 en 1901).
Llamada Petrogrado, en 1915, vísperas de la Revolución rusa, alcanzó 2.318.600, población sólo superada en Europa por París y Londres, y similar a la de Viena y Berlín. En 1920, tras los conflictos revolucionarios, la población había descendido a 722.000 habitantes, pero fue recuperándose (1.616.100 en 1926, 2.739.800 en 1936). En 1939, al comenzar la Segunda Guerra Mundial contaba con 3.191.300. En 1944 había descendido a 2.559.000 y no alcanzó la población de preguerra hasta los años 60. En 1979 superó los 4.000.000 de habitantes y llegó a su máximo en 1989 con 4.460.424, desde entonces la ciudad ha perdido población mientras que el área metropolitana se mantiene.
Les cuento mis días en San Petersburgo: Aquí inicio la tercera etapa de mi viaje (desde que dejé al grupo de viaje en la excursión de Turquía) porque Rusia lo haré en excursión con el conocido guía Marcel Blanchard, que desde hace 15 años llevó a San Petersburgo y a Moscú a más de 4.000 estudiantes de los grupos de viaje de Economía y Arquitectura. Así es que me reuniré de nuevo con 67 compañeros más que también decidieron hacer Rusia.
El primer día de excursión nos levantamos temprano en el Camping Oittaa de Helsinki, acomodamos los artículos de camping debajo de la luneta de la camioneta, la estacionamos cola con cola con otra camioneta como lo hacían las demás camionetas del GV para evitar robos mientras las camionetas quedan en el camping de Helsinki mientras estamos haciendo la excursión de Rusia. Esto es así porque para ir a San Petersburgo y a Moscú lo hacemos en Bus y volvemos en tren nocturno desde Moscú a Helsinki.
Salimos como a las 9:45 rumbo a San Petersburgo en Bus y tomamos la ruta E18 para recorrer 368 km hasta llegar a la ciudad soñada. Le llaman así porque San Petersburgo fue planeada, diseñada, construida y decorada íntegramente por arquitectos e ingenieros de Francia, Italia, Holanda, e Inglaterra. Todo iba bien hasta que llegamos a la aduana entre Finlandia y Rusia. Ustedes saben que las aduanas de Rusia fueron pensadas para ser como una barrera de acero siendo así aduanas lentas y burocráticas. Así es que uno de mis compañeros no pudo ingresar al territorio ruso porque su pasaporte tenía un problema con la visa y el infortunado se tuvo que volver por las suyas a Helsinki para solucionar el problema. En definitiva se perdió la excursión de San Petersburgo y entró directo en Moscú. En el camino vi pasar un tren eléctrico muy antiguo y con sólo 7 vagones, con lo cual ya me empecé a hacer la idea de que en Rusia me iba a encontrar todo atrasado y antiguo. Mi papá ya me habia anticipado que las carreteras eran lentas y que estaban en mal estado, y así fue, son lentas porque no soportan el tránsito que hay en ellas, hay muchos camiones que van desde Finlandia y hacia Moscú y viceversa. Luego llegando a las 19 hs a San Petersburgo me llamó la atención lo antigüedad de los tranvías eléctricos que son de dos vagones, pero me di cuenta (después de mi estadía) que es el principal medio de transporte público aquí en San Petersburgo.
De camino al hotel pasamos por el edifico de la KGB y vimos los estampidos de bombas que siguen presentes hasta ahora en las paredes de su fachada. Nos alojamos en el Hotel San Petersburg que se encuentra ubicado en frente a un canal afluente del río Neva en donde se encuentra amarrado el famoso Crucero de combate “El Aurora”, que fue símbolo de la Revolución Rusa de octubre de 1917, porque disparó un cañonazo contra el Palacio de Invierno de los Zares dando el aviso del inicio de la revolución.
Luego a las 20:30 hs nos fuimos con Marcel a dar una vuelta por el centro de San Petersburgo. Comenzamos cruzando el puente sobre el canal afluente del río Neva en donde se encuentra amarrado “El Aurora”. Desde aquí tomé unas lindas fotos de los barquitos que circulan por el canal con turistas. Luego al atardecer llegamos a una plaza desde donde veíamos la Iglesia del Salvador de la Sangre Derramada (o la catedral de la Resurrección), mientras apreciamos unos excelentes fuegos artificiales. En esta plaza también se encuentra una llama que le llaman del fuego eterno. Caminamos un poco más y llegamos a la Iglesia del Salvador de la Sangre Derramada. Esta fue construida por orden de Alejandro III en 1883 - 1907 en el mismo lugar donde el 1 de marzo de 1881 el zar Alejandro II, el más democrático y humano de los emperadores rusos, perdió la vida a causa de una bomba lanzada por un miembro de la organización "Voluntad del Pueblo". Fue construida imitando las iglesias antiguas rusas de los siglos XVI - XVII, en un estilo más bien insólito en una ciudad donde dominan el neoclásico y el barroco. Es especialmente singular, además de por la forma, por los revestimientos multicolores en las fachadas, realizados con ladrillos, cerámica, mármol y granito. Las cúpulas en forma de cebolla, las hornacinas y todo el interior están revestidos de espléndidos mosaicos. Este templo ortodoxo, con sus llamativas formas y cúpulas recubiertas de láminas de oro, constituye un bellísimo ejemplo arquitectónico del estilo ruso de la época. Esta iglesia es uno de los pocos ejemplos conservados en Rusia de edificios de culto de fines del siglo XIX - principios del siglo XX y de gran valor histórico-artístico. Marcel nos dijo que esta iglesia está inspirada en el estilo de la Iglesia de Basilio el Beato, que está ubicada en la Plaza Roja de Moscú.
Desde aquí nos fuimos bordeando el canal que lleva a la principal avenida, llamada Nevski. Allí vimos la Catedral de Nuestra Señora de Kazán. Seguimos caminando por la Nevsky y cenamos en Mc Donald´s.
El segundo día hicimos un citytour en bus pasando por el Museo de la Artillería de la Armada de Rusia y luego nos dirigimos a la isla Vasiljevsky, que es la mayor de las islas de la desembocadura del Neva. Aquí, en la punta que divide el río en dos brazos (Gran Neva al sur y Pequeño Neva al norte), estaba situado el centro comercial de San Petersburgo, y desde 1730 a 1880 esuvo también aquí el puerto de la ciudad. Paramos en el extremo oriental de la isla para tomar unas fotos en una plaza con forma de “flecha” que se llama Strelka o plaza de la Bolsa. Allí se encontraban varias parejas de recién casados haciendo unas ceremonias muy particulares y tomándose fotos, brindando con Champagne, etc. y también vimos simpáticos y sociables osos y personajes vestidos con trajes típicos de la época de los Zares, encantados de dejarse fotografiar por los turistas curiosos. En esta plaza Alejandro I (1801-1825), el hijo de Pedro I, edificó en la isla Vasiljevsky el edificio de la Bolsa (arq. Thomas de Tomón, 1804-1811). La forma del edificio de la Bolsa se inspira en uno de los templos griegos de Pestum, probablemente la denominada “Basílica”. En la Bolsa hoy en día funciona el Museo Central de la Marina Militar. En esta plaza se encuentran también dos grandes columnas rojas que son del estilo de la antigua Roma, porque en el siglo II y III a.c. en las plazas de Roma se levantaban las “columnas rostradas” decoradas con trofeos: las proas de naves cartagineses simbolizaban las victorias marítimas de Roma sobre Cartago. Entonces estás dos columnas de la plaza de la Bolsa recuerdan las victorias de la flota rusa. Curiosamente encima de las columnas se encuentran unas copas de cobre. Parece que se llenaban con aceite de cáñamo, que encendido al anochecer, transformaba las columnas en en gigantescos faros de 32 mts de altura que guiaban las naves hacia el puerto que estaba ubicado aquí. Hoy en día en los días festivos se prenden con gas. Desde aquí se ve al norte la zona de la Fortaleza de San Pedro y Pablo - el primer núcleo de San Petersburgo. En 1702, Rusia ya tenia su salida al mar Báltico con el dominio territorial desde el nacimiento hasta la desembocadura del rió Neva, la «famosa ventana a Occidente». Para asegurar dicho dominio Pedro I decide hacerse fuerte construyendo fortificaciones que pudiesen repeler los hipotéticos ataques por mar. Así es que el 16 de mayo (27 de mayo según el nuevo calendario) de 1703, sobre la isla de Záyachi (de las Liebres) se funda la Fortaleza de Pedro y Pablo. Esta fecha se considera como la de la fundación de San Petersburgo, ya que Pedro I poco después decidió establecer aquí su nueva capital, antes había barajado incluso el trasladar la capital a Arkhangel, con salida al mar Blanco y el puerto más antiguo de Rusia. Al amparo de la fortaleza de Pedro y Pablo se comenzó a construir el puerto de San Petersburgo.
Hacia el sur de esta plaza, al sur del río Neva se levanta el almirantazgo, el cual albergaba un astillero del que comenzaron a salir los primeros buques.
Luego fuimos a ver la Catedral de San Isaac. Les cuento que en 1816 se crea el comité de construcciones y de trabajos hidráulicos que decide organizar la ciudad en un sistema de conjuntos arquitectónicos unificados. En ese entonces la Rusia de Alejandro I acaba de vencer a Napoleón, y San Petersburgo se construye con el estilo Imperial, también llamado clasicismo alejandrino, y así es que comienzan las obras de la Catedral de San Isaac (1818-1858). Fue una obra del arquitecto francés Augusto Monferrand, la más suntuosa y grandiosa de las iglesias de San Petersburgo. Sus tres puertas de roble y bronce, que pesan 20 toneladas, están decoradas con relieves del escultor Vitali y representan escenas de la vida de Cristo y de los santos. La cúpula dorada, alcanza los 102 m de altura; y a su alrededor hay 4 campanarios. El interior, rico en oro, mármol y bronce puede acoger a 14 mil personas. Es posible subir hasta la columnata de la cúpula, desde donde se disfruta de una espléndida vista de toda la ciudad (nosotros no subimos).
En esta misma plaza se encuentra también el famoso Gran Hotel Astoria - Angleterre en donde la KGB tenía instalados varios de sus micrófonos para escuchar las conversaciones y la antigua sede de la Embajada Alemana, ambos edificios contruidos en 1911 uno en frente al otro.
Luego fuimos a ver la Iglesia de San Nicolás (Ortodoxa) que fue construida entre 1753 y 1762, y tiene mucha influencia europea del estilo barroco (quiere decir recargado), con sus cinco cúpulas con forma de cebolla, con las esculturas de ángeles y con el oro en su interior.
En la tarde fuimos al memorial de los héroes que defendieron a Leningrado y entramos al Museo Estatal de historia de San Petersburgo. Este memorial trata de los 900 días de guerra que sufrió la URSS durante 1941 – 1945 y cuenta con un gran obelisco parecido al de Montevideo – Uruguay.
Aquí vimos un documental en video sobre la Segunda Guerra Mundial, en donde me impresionó bastante las imágenes de las consecuencias de la misma, las muertes, los accidentados y los destrozos de las ciudades. También en el museo vimos un casco de soldado atravesado por balas entrando y saliendo del mismo, las ametralladoras características del ejército ruso, un carné de identificación comunista atravesado por una bala y ensangrentado que su portador lo llevaba en el bolsillo de la camisa.
Luego en la tarde dimos un paseo caminando por el centro y al cruzar el canal Griboedov pasamos por un puente que aún tenía los efectos de los estampidos de bombas en sus pilares.
Nos encontramos con el edificio de la famosa Casa Singer (de máquinas de coser), hoy Casa del libro (la mayor librería de San Petersburgo). Es un lindo edificio con grandes ventanas revestidas de granito brillante, y decoradas con bronces que simbolizan a la industria.
En frente por la calle Nevsky se encuentra la Catedral de la Virgen de Kazan, que se construyó entre 1801 y 1811. Parece que el aquitecto Voronikhin creó este majestuoso edificio inspirándose claramente en la Basílica de San Pedro de Roma, la que conocí en 1997 y me encantó. Alcanza una altura de 71,6 mts y una longitud de 72,5 mts, la parte más importante está orientada a la principal avenida Nevsky.
Desde aquí nos fuimos bordeando el canal que lleva desde la Nevski a la Iglesia del Salvador de la Sangre Derramada (o la catedral de la Resurrección) de la que ya les conté.
Después de cruzar el puente para regresar al hotel me tomé una excelente foto junto al crucero de combate “El Aurora”, que es la que ven aquí arriba.
Al caer la noche desde mi habitación pude tomar unas lindas fotos de los puentes levantados de San Petersburgo. Una de las bellezas de San Petersburgo son sus puentes (más de 300). 22 de estos puentes son levadizos. Por la noche se abren para dar paso a los barcos grandes. Los puentes abiertos sobre el Neva es uno de los símbolos de San Petersburgo se encuentran en todas las postales de aquí.
El tercer día en San Petersburgo arrancamos caminando en excursión a las 10:30 hs hacia el Museo del Hermitage. De camino me tomé una excelente foto sobre un puente encima del canal de invierno (afluente del río Neva) que tiene encime una galería que comunica dos edificios del Ermitage: el Teatro y el Antiguo Ermitage. Y también me tomé otra de un particular con un uniforme similar a los que usaban los del S.S. en la antigua U.R.S.S.
Este museo artístico es el principal de San Petersburgo y uno de los más famosos y más grandes del mundo. Fue fundado por Catalina II. Los fondos del Ermitage se exponen en el Palacio de Invierno y en otros magníficos edificios (Pequeño Ermitage: primer museo privado de Catalina II, Antiguo Ermitage y Teatro del Ermitage, Nuevo Ermitage: primer museo público) que hasta la revolución fueron propiedad de la corte imperial. El Palacio de Invierno fue construido según el proyecto del famoso arquitecto Rastrelli y asombra por su lujo y majestuosidad. En total, el Ermitage expone casi 3 millones de obras (cuadros, esculturas, obras gráficas, hallazgos arqueológicos, monedas, medallas, objetos de artes aplicadas). Los materiales del museo se encuentran repartidos en 400 salas. Es una de las colecciones de arte más impresionantes del mundo. Es imposible calcular el valor de los objetos que pueden admirarse en el Ermitage, procedentes de Europa, de Oriente, de la Grecia clásica, de Roma, de Egipto, de la Rusia antigua, como lo es también describir su belleza. El tiempo parece detenerse entre los inmensos jarrones de jade y lapislázuli, entre los sarcófagos y las obras del Greco, de Murillo, de Leonardo, de Rafael, de Rembrandt o de Gauguin.
En frente del Museo del Hermitage se encuentra la Plaza del Palacio y la columna de Alejandro. La plaza está delimitada esencialmente por el gigantesco edificio arqueado del Estado Mayor, que es un apreciable modelo del clasicismo, y por la fachada sur del Palacio de Invierno, que es una obra maestra del barroco.
No les voy a contar detalles de las obras de arte que vi en este museo para no aburrirlos demasiado. A mi me encantó esta visita y fue la mejor de San Petersburgo por lejos.
Luego de esta importante visita nos fuimos rumbo al Museo Histórico Militar de Artillería pasando previamente por la Iglesia del Salvador de la Sangre Derramada (o la catedral de la Resurrección). Estaba cerrado por ser Martes, cierra Lunes y Martes y el último Jueves del mes, por lo que regresamos el día siguiente.
Decidimos entonces visitar la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, que es el auténtico núcleo antiguo de la ciudad. Fue la primera edificación que mandó construir Pedro el Grande sobre una pequeña isla pantanosa situada entre el Gran Neva y el canal de Kronverk. La fortaleza, que ahora es la fortificación militar del siglo XVIII mejor conservada de Europa, fue proyectada como defensa de la salida al Mar Báltico. Cuando ya perdió su importancia militar, se convirtió en cárcel, en la que fueron encerrados varios conspiradores políticos, como los decembristas, el hermano mayor de Lenin, Alejandro que había atentado contra la vida del zar Alejandro III, el escritor Gorki, los ministros del gobierno provisional burgués. En la fortaleza se encuentra la Catedral de San Pedro y San Pablo, la más antigua de la ciudad. Allí nos mandamos a la boletería y nos dieron entradas gratis para que la delegación acreditada de Prensa Internacional pudiera visitar todas las atracciones que integran la fortaleza. Así es que entramos a la Catedral. Es una bellísima Catedral con unas majestuosas columnas, arañas de cristal y con decoración pintada, en combinación con el iconostasio tallado y sobredorado que crea un escenario magnífico acogiendo las tumbas de los monarcas de la dinastía de los Romanov. En 1998 en la Catedral fueron enterrados Nicolás II con su familia, todos fusilados en Ekaterinburgo el mismo día del año 1918. En la antigua Casa del Comandante de la fortaleza se encuentra una interesantísima exposición dedicada a la historia de San Petersburgo. Para el 300 aniversario de la ciudad esta exposición fue completada con programas multimedia, zonas interactivas, proyección de documentales y acompañamiento sonoro, lo cual desde mi punto de vista permite una visita más entretenida.
En el predio de la fortaleza, pasando por la Casa de los Ingenieros, construida en 1740 por el grupo de ingenieros encargados de la obra de la fortaleza, nos encontramos con la estatua de Pedro I, llamado “El grande”, que fue construida en 1991 por Mijail Shemiakin. Es muy extraña porque es como desproporcionado, porque tiene un cuerpo muy grande para la cabeza pequeña que le hicieron.
A la salida de la fortaleza, luego de travesar la puerta y el puente de Iván había unos turistas tirándole monedas (rublos) a un conejo de bronce sobre unos troncos, seguramente para obtener suerte si las monedas quedaban sobre el conejo. Pero lo curioso fue que debajo, sumergido en el Neva había un muchacho buceando estilo apnea (a pulmón, sin tanque) y recolectando todas las monedas que caían al fondo del agua. Fue muy divertida esa situación y me dio ganas de pegarme un chapuzón también.
El cuarto día en San Petersburgo fuimos en Bus hacia el Palacio Petrodvorec - Peterhof a solo 30 km de la ciudad, que fue el palacio de verano de los Zares. Este es uno de los cinco palacios de verano que fueron construidos por los zares Romanov en los alrededores de San Petersburgo. Petrodvorec - Peterhof, es decir “corte de Pedro” fue contruido por Pedro “El grande” como un monumento a la victoria de Rusia, que desde siempre había buscado una salida al Báltico, de hecho todos los elementos decorativos están inspirados en la glorificación de Rusia como potencia marítima. Parece que el zar Pedro I quedó encantado cuando vio Versalles y aspiraba a convertir Peterhof en un Palacio más hermoso que el del rey de Francia para hacer sus memorables fiestas en verano. No me llamó demasiado la atención el interior del palacio, aunque la guía fue excelente; lo que sí me gustó fue los jardines y sus fuentes bien al estilo del Palacio de Versalles en Paris – Francia. Entre las fuentes de Peterhof están las denominadas fuentes divertidas (El escaño de Pedro Primero, La encina, Los pinitos, y El Paraguas), es decir aquellas que comienzan a lanzar agua cuando uno menos espera y que empapa a los desprevenidos. Siempre estaban rodeadas de gente, sobretodo de niños a los cuales les divertía jugar con estas fuentes.
Frente al palacio, está la fuente de Sansón con una impactante cascada llena de estatuas doradas y parece que el agua que baja une prácticamente al palacio con el mar báltico a través del canal marítimo de unos 500 mts. Aquí mismo había una fiesta por el día de la bandera de Rusia.
Luego de almorzar volvimos con Gastón al Museo Histórico Militar de Artillería, porque el día anterior estaba cerrado y nos pareció super interesante visitar un museo de estilo militar en un país como Rusia, tan cargado de historia militar. Aquí vimos desde armamento de la época medieval hasta los de la Segunda Guerra Mundial, desde uniformes hasta banderas, desde cañones hasta carros armados.
Luego nos sacamos un gusto, que fue realizar el paseo en barquito por el Río Neva y sus canales. Fue una oportunidad estupenda para ver la ciudad desde otra perspectiva desde el nivel del agua. Aquí fue donde entendí porqué dicen que San Petersburgo es conocida también como Venecia del Norte. Les cuento que este paseo dura una hora y sólo se puede realizar durante el periodo de navegación (desde finales de mayo hasta finales de septiembre). Cuando hay vientos fuertes y sube el nivel de agua, las excursiones también se cancelan.
Después de este paseo y de la excelente excursión de Marcel Blanchard, les puedo decir con propiedad “¡San Petersburgo, te tengo!”
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y
Abrazo grande desde Rusia,
Henry

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