viernes, agosto 10, 2007

VIAJA CON HENRY A LINDESNES (NORUEGA)

Lindesnes - Noruega, 10/08/07 – 10/08/07

Rogaland es la provincia más meridional (al sur) de Noruega y la localidad de Lindesnes es la más meridional de la provincia, y por lo tanto de Noruega.

Antes de llegar allí pasamos por unos paisajes únicos con encantadoras casas antiguas, playas, y bahías con embarcaciones tanto de pesca como deportivas.

A esta ruta le llaman la ruta del Mar del Norte, porque es un recorrido junto al mar. Es sobretodo la ruta de vacaciones para quienes deseen disfrutar de otra cosa que etapas a toda velocidad y camiones sin parar. La ruta va por toda la costa suroeste de Noruega, y es la clave de fantásticas experiencias turísticas. Eso es lo que estábamos buscando aquí en los países nórdicos, alejarnos de las ciudades y enfrentarnos de cara a la naturaleza.

Al llegar a Lindesnes a las 16:30 hs vimos un cartel que mostraba Nordkapp a 2518 km indicando hacia el norte, lo que nos da la pauta del tamaño de este país, de lo largo que es Noruega. Aquí nos encontramos con un grupo de españoles con un muchacho uruguayo, que vivía en España, y nos comentaron que venían del Nordkapp. Charlando con ellos nos recomendaron una ruta para hacer y que definió nuestro itinerario en Noruega. Gracias a ellos es que por ejemplo llegamos a conocer el Glaciar de Jostedalsbreen, que fue lo mejor de mi viaje hasta ese momento.

Subimos al faro de Lindesnes, desde donde apreciamos una vista increíble del paisaje rocoso, todo muy agreste pero con el contraste de fondo de los molinos de viento para aprovechar la energía eólica.

Después de Lindesnes manejamos rumbo a Stavanger durante 3 hs más buscando donde parar y levantar la carpa para pasar la noche. A las 21 hs llegamos a una P realmente paradisíaca, con terrible vista hacia el famoso fiordo Lysefjorden y bosques, con cascada incluída, con mesitas para hacer picnic, y con baños impecables. Dijimos acá mismo tenemos que parar, cenar y levantar la carpa. Luego, con el tiempo me di cuenta que había sido la P más linda de todo nuestro viaje por Europa y de la cual tengo una increíble anécdota que contarles:

La anécdota que sucedió aquí no la conté hasta que regresé a Montevideo, para que mi familia no se quede nerviosa por nuestra seguridad. Sucedió que mientras estábamos concinando, teníamos la camioneta con la radio prendida y después de apagarse varias veces (porque la camioneta tiene un sistema que corta la energía después de tantos minutos si el motor está apagado) se cortó todo el sistema eléctrico y la camioneta no prendió más el motor ni reconocía la llave que es una tarjeta magnetizada.

Ya estaba anocheciendo y de repente vimos a una persona sola muy sospechosa (con la cara tapada, con mucho frío, con sexo indefinido) que nos estaba vigilando desde unos 50 mts en la misma P. No había nadie más, la camioneta no prendía su motor, y no teníamos la herramienta que necesitábamos para desconectar la batería y resetear la computadora de la camioneta.

Ya era bien entrada la noche y si nos teníamos que ir rápidamente, no era posible. No sabíamos lo que hacer, no sabíamos qué intenciones tenía la persona sospechosa, y no podíamos levantar la carpa porque quedábamos regalados. Nos pusimos nerviosos y nos convencimos que nos teniamos que ir de esa P.

Entonces, tratamos de llamar la atención para que alguien en la ruta se detuviera y nos ayudara con la herramienta que necesitábamos. Gastón le hizo señas con un martillo en una mano y una linterna en la otra, a una camioneta con una lancha detrás, y el noruego que paró a la entrada del túnel y dio marcha atrás para brindarnos ayuda, venía con su esposa embarazada y con su pequeño otro hijo en el asiento trasero.

Nos preguntó lo qué necesitábamos en un perfecto inglés y nos llamó por celular a Renault de Francia para pedir asistencia mecánica. No había asistencia en esa zona de Noruega. Entonces, nos prestó una herramienta con la cual pudimos reparar la camioneta. Luego nos regaló la herramienta o llave para una futura oportunidad y nosotros le regalamos una tableta de chocolate Milka.

Nos sorpendió muchísimo cómo nos ayudó este noruego y realmente nos sacó de un apuro. Encendimos la camioneta y nos dirijimos a la siguiente P, en una estación de combustible, a unos pocos kilómetros de Stavanger. Allí levantamos la carpa y dormimos esa noche con unos 7 grados de temperatura afuera.

La reflexión que hicimos los 5 integrantes de la camioneta luego de esta experiencia, es que si de ahora en más vemos a alguien en la ruta que necesite ayuda, nos detendremos para brindarle la asistencia necesaria.

Mirá todas las fotos de Lindesnes - Noruega:

http://picasaweb.google.es/cr.coubrough/LINDESNES

Abrazo grande desde Noruega,

Henry.

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